Saturday, August 2, 2014

Medicina tradicional china: El agua, la voluntad de vivir.




Según la MTC (Medicina Tradicional China) el riñón y la vejiga son los órganos relacionados con “el agua”, que es uno de los 5 elementos en que se basa su teoría para ayudarnos a entender el funcionamiento de los ciclos de la naturaleza, del hombre y del movimiento de la energía (Chi) en general.  

El agua La energía de este elemento se manifiesta con mayor intensidad en invierno, tiene que ver con lo profundo, con el germen de la vida, es como un pozo de vitalidad y resistencia, una energía potentísima a la que tenemos acceso de una forma casi inmediata. Nos conecta con la fuerza que permite la acción, es la semilla con todo su potencial de desarrollo y vida.

El carácter y la esencia atesorada recibida de nuestros antepasados y que legaremos a nuestros descendientes. Es la manera de desarrollarnos, el impulso sexual. De él dependen la voluntad, la responsabilidad, el afán de vivir, la fuerza que permite el movimiento y transforma en energía la acción. Nos hace tener dirección, claridad y objetivos. Se adapta a las situaciones imprevistas siendo espontáneos. Tiene que ver con los miedos, las fobias, con el deseo de controlar los acontecimientos, la supervivencia, la motivación y el frío. Controla la esencia “Jing Chi” que es una de las cinco sustancias vitales junto con el Chi, Líquidos, Sangre y Shen.

El riñón Guarda la esencia “Jing Chi”. Un tipo de esencia es la prenatal (heredada de los padres), es finita y nuestra vida está delimitada por su agotamiento final, constituye el sustrato material de la producción de esperma y óvulos. El otro tipo es la esencia postnatal o adquirida, y es elaborada por el Bazo y el Pulmón a partir de los alimentos y el aire, se relaciona con nuestro estilo de vida. Es el eslabón de nuestra cadena de existencia, genera y almacena la sustancia material que forma la base de todos los tejidos y su regeneración. Forma la médula ósea, espinal y el cerebro. Influye en la correcta maduración física y mental. Da soporte a los órganos reproductores y a los orificios inferiores del cuerpo. El riñón es la base de todas las sustancias líquidas del cuerpo y regula la circulación de éstas.

Tiene la función de filtrar los líquidos impuros, separando la parte pura que envía al Pulmón (ascenso de los líquidos) y la impura que es enviada a la vejiga. El riñón está relacionado con las hormonas, los huesos, los oídos, el cabello, la médula, el cerebro, la capacidad de supervivencia y de procrear. Todos los órganos dependen del riñón y cualquier deficiencia en cualquier otro sistema de órganos le afecta drenando su esencia “Jing Chi”. Si la esencia del riñón es débil, habrá una falta de vitalidad, esterilidad y una actividad sexual reducida, impotencia, frigidez, deseo sexual excesivo, eyaculación precoz. Retraso en el crecimiento. Síntomas de envejecimiento prematuro, canas, caída prematura del cabello. Retención de líquidos y edemas en la parte inferior del cuerpo. Micciones frecuentes de color pálido. Orina escasa y oscura. Sangre en la orina. 

Prolapso anal, diarrea. Incontinencia. Enuresis. Problemas en los huesos (Osteoporosis, artrosis).

Respiración superficial, asma, falta de aliento con el esfuerzo, tos, congestión del pecho y ahogo. Inflamación de garganta. Halitosis. Abdomen (Rigidez y circulación deficiente), frío en abdomen inferior. Miedo a los sonidos. Sordera, zumbidos, vértigos. Mala visión. Ojeras. Lumbalgia. Rigidez en tronco. Dolor de cabeza con sensación de pesadez. Frío en extremidades. Piel seca. Uñas con grietas. Mala circulación en general, celulitis. Reacciones lentas, mala coordinación, desmayos o tendencia a resbalar y caer. Falta de sueño. Trabajo excesivo (no saber parar). A nivel emocional se puede manifestar como fobias, temores, miedo que paraliza, ausencia de deseos, estrés continuo, impaciencia, hiperactividad, inquietud, nerviosismo, sentimiento de culpa, tensión familiar, timidez, ansiedad, depresión.

A nivel mental se puede manifestar como negatividad, dudas antes de actuar, deseo de controlar, falta de responsabilidad, pesimismo, prestar demasiada atención a los detalles, quejas constantes, falta de fuerza de voluntad, desánimo, pensamiento lento, falta de concentración, mala memoria.

La vejiga Tiene las funciones de almacenar y excretar la orina, interviene en el proceso de la elaboración de esta. Controla el sistema autónomo. Es la ejecutora de nuestras acciones, tiene que ver con el ímpetu y la voluntad. Nos ayuda a salir corriendo en caso de miedo. Se agota por no hacer nada o por no parar de hacer cosas (no conectar con el cansancio). 

Está relacionado con la frialdad o pereza de cualquier parte o función del cuerpo. Dificultades en la micción (Dolor, escozor, incontinencia). Dolor de próstata. Calidad de la orina (clara y copiosa, turbia y escasa). Cólicos renales. Menstruaciones dolorosas. Esterilidad. Hemorroides. 

Problemas de espalda (Escoliosis, encorvamiento, rigidez, dolor, lumbalgia, ciática frío en zona inferior). Problemas en piernas (Rigidez, frío, mala circulación, varices). Tensión en abdomen, pesadez en abdomen inferior, problemas digestivos. Dolor de cabeza en la frente o zona superior. Migrañas en zona posterior de la cabeza. Dolor o pesadez de ojos. Epilepsia. Falta de descanso. Sudoración nocturna. Escalofríos. Artrosis. A nivel emocional se puede manifestar como nerviosismo, tics, celos, sentimiento de culpa, hiperreacción, asustadizo, temores, hipersensibilidad, incapacidad para relajarse, inquietud, ansiedad, depresión, estrés. Y a nivel mental como neurosis, paranoias, sospechas, quejas constantes, falta de motivación, hiperactividad, preocupación por detalles sin importancia.

¿Qué hacer? Hacer ejercicios de coordinación complejos, aeróbicos y respiratorios. Permitirte expresar el miedo usando el cuerpo y la voz. Estirar la espalda y parte posterior de las piernas. Moverse desde el hara (ombligo). 

Satisfacer tus necesidades reales y sentirse merecedor. Hacer espacios regulares para estar sólo, para reflexionar o meditar. Saber delegar. Saber parar. Discernir entre lo importante y lo que no lo es, marcar distancias.

Eyacular menos en las relaciones sexuales (se pierde esencia). Descansar lo suficiente. Evitar el exceso de sal en las comidas. Protegerse del frío. Los desequilibrios del elemento agua suelen ser consecuencia de un agotamiento, bien por exceso de trabajo externo, o porque una función interna está constantemente activa, o muy frecuentemente por una combinación de ambas. 

El trabajo con shiatsu se enfoca en investigar y diagnosticar la causa subyacente y ponerla solución, ésta causa unas veces es obvia pero otras está oculta y se necesita realizar un tratamiento hasta descubrir qué elemento está constantemente activo y regular su funcionamiento. Los temas emocionales suelen estar en el trasfondo, si no se tiene una correcta conciencia emocional se puede tener un estado que nos esté drenando energía permanentemente sin darnos cuenta.

Es el caso de los estados defensivos, represiones, vulnerabilidad, estrés emocional, adicción a algún tipo de emoción, miedo a sentir cosas diferentes. 

Estos estados se reflejarán en desequilibrios de cualquier meridiano. La energía del “agua” se estimula trabajando sobre sus meridianos, usando contacto sobre los huesos y los espacios entre ellos, trabajo cráneo-sacral o aplicando moxas (calor profundo) sobre Ming-Men y otros puntos de acupuntura. Cuando estimulamos la energía tenemos más recursos y más fuerzas para enfrentar los temas pendientes, tomar conciencia de ellos, cambiar nuestro estado interno y nuestro comportamiento.

Meditaciones 

Meditar nos permite observar todos nuestros procesos vitales, nos ayuda a saber parar la mente y el cuerpo cuando es necesario, y por tanto a economizar energía. Cuando volvamos a la actividad estaremos más frescos, rendiremos más, tendremos más claridad mental, estaremos más relajados y podremos llevar la meditación en nuestra rutina diaria.